Y cruzas un puente.
El cielo es violeta por donde miras
pero a tu espalda está ardiendo.
Y no te fijas.
La gente pasa, grita y chilla
y desprecia a otros tantos
que asumen el silencio con gracia.
Y si tan sólo pudieses mirar.
¿Por qué ignoras a tus semejantes?
¿Por qué optas por el desprecio
antes que tender la mano para ayudar?
¿Por qué decides respirar veneno
cuando podrías curar con tu saliva?
Y si tan sólo supieses mirar.
Han atropellado a un niño.
Han desafinado un solo de guitarra.
El sueño quiere alcanzarte
pero el insomnio te pertenece.
¿Qué más quisieras tener,
aunque sepas que jamás podrás alcanzarlo?
Me paso poco por aquí para lo mucho que merece la pena perderse entre tus versos, entre la forma que tiene de describir un instante o una eternidad.
ResponderEliminarUn abrazo,
S.